Dora, a self-proclaimed ‘mother, grandmother, and activist’ is a force. Born in Mexico, she immigrated to the US with her family in search of more opportunity.
While she remains undocumented, her daughter, Cyntia, has DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals), which is a policy that allows certain immigrants who entered the country as minors to receive renewable deferred action from deportation. DACA also allows individuals to apply for work permits. It is still unclear whether the policy, which began under the Obama administration, will remain in place throughout Trump’s time in office.
Dora was a religious Catholic, and when Cyntia came out as queer, many of these beliefs were called into question. She began to dig deeper into her Mexican roots and found her spirituality there.
Now, Dora is a proud and hardworking activist and the leader of Trans Queer Pueblo’s Family Acceptance Project, where she works with other parents of LGBT children. Together, they run forums to educate parents on LGBT rights, and to encourage acceptance. A religious—and often Catholic—background can be a barrier to some families’ acceptance of their children, and Dora is working to change that, to ensure that all young people are cared for, loved, and accepted for who they are.
Dora, una autoproclamada “madre, abuela y activista” es una fuerza. Nacida en México, emigró a los Estados Unidos con su familia en busca de más oportunidades.
Mientras ella todavía es indocumentada, su hija, Cyntia, tiene DACA que es una política que permite a ciertos inmigrantes que ingresaron al país como menores a recibir la acción diferida renovable de la deportación. DACA también permite a las personas solicitar permisos de trabajo.
Todavía no está claro si la política, que comenzó bajo la administración de Obama, permanecerá durante el tiempo de Trump.
Dora era una católica religiosa, y cuando Cyntia salió como queer, muchas de estas creencias fueron cuestionadas para ella. Empezó a buscar y investigar en sus raíces mexicanas y allí encontró su espiritualidad. A
hora, Dora es una activista orgullosa y trabajadora y la líder del Proyecto de Aceptación Familiar de Trans Queer Pueblo, donde trabaja con otros padres de niños LGBT. Juntos, organizan foros para educar a los padres sobre los derechos LGBT, y para fomentar la aceptación. Un fondo religioso -ya menudo católico- puede ser una barrera para que algunas familias acepten a sus hijos, y Dora está trabajando para cambiar eso, para asegurar que todos los jóvenes sean atendidos, amados y aceptados por quienes son.